viernes, 5 de enero de 2007

El cambio es inevitable...

A veces las cosas suceden por mucho que no las deseemos o andemos por la vida tratando de evitarlas...las cosas cambian, porque el mismo hombre cambia. El cambio es parte de ser humano, la inercia es sólo aparente...parece estar, pero en realidad no es asi..siempre hay movimiento y cambio por mucho que no lo notemos.
He estado negándome al cambio durante algún tiempo, hoy lo percibí con más claridad...al cambio en algunos aspectos de la vida, que finalmente sucede con o sin nuestro consentimiento. De repente me despierto del estado de sopor en el que me encontraba y veo que sentimientos que eran ya no son...estaban y no están, han sido reemplazados por otros y en algunos casos simplemente dejaron vacío su lugar...
La ola nueva que está llegando lentamente se deja sentir inundando cada aspecto, cada detalle...al ver el cambio que ha ocurrido siento la necesidad de otros cambios...de moverme, y al moverme de donde estaba conocer más...en cada cosa que conocemos, también conocemos un poco de nosotros mismos. Es sorprendente lo que uno halla a medida que se dá el permiso de avanzar...
Una interrogante me ronda estos días por la cabeza...qué queda cuando ya no queda nada del sentimiento original?...no es una pregunta cerrada a algún tipo de sentimiento o emoción, es abierta a cualquier posibilidad de sentimiento al que nos refiramos.
En el caso específico que me ocupa sólo siento que la nada se apodera, y es un poco incómodo...tal vez porque se hace presente mi parte masoquista también admito que disfrutar de esta sensación es engrandecedor, purifica ver todo en cámara lenta...y sentir llegar el final sabiendo de antemano que espera la más mínima incitación para hacerse presente.
Es increíble cómo cosas que en su momento fueron tan grandes pueden quedar en la nada, simplemente disolverse...quedando el recuerdo, ni siquiera la ilusión. Uno se pregunta qué pasó?...si en realidad aquello estaba allí?...
El aburrimiento y el cambio parecen ser estrechos parientes. Se colaboran entre sí...aunque a veces cerramos los ojos al momento que nos está tocando vivir nada impide que el "aquello" que nos ocupa esté ahí.

1 comentario:

Reynaldo dijo...

Las cosas realmente grandes nunca desaparecen. El tiempo es la prueba fatal de la importancia de las cosas.
El tiempo consume, devora, todo lo vano... lo que no merece permanecer, lo que no puede ser recordado.
Solo lo real y verdadero permanece.